martes, 21 de marzo de 2017

Salud por ustedes Moneditas de Oro!!!



Quiero felicitar desde el fondo de mi corazón a todos aquellos que tienen el nivel de autocontrol y superioridad moral como para portarse con toda la fineza y elegancia mientras les ponen un micrófono en frente a la hora de estar en una situación impactante o difícil.
Quiero manifestar todo mi respeto  a quienes no tienen absolutamente nada qué esconder y que sin ningún problema dejarían que se publique su vida entera y que jamás han hecho algo digno de vergüenza, que jamás han cometido errores dignos de ocultar y que son tan transparentes como las aguas cristalinas que beben los querubines en el Jardín del Edén.

Quiero estrechar mi mano virtual en señal de admiración a quienes jamás han dicho una palabrota. Aquellos cuya pulcra, limpia e impecable boca solo puede expulsar poesía dariana y prosa borgiana. Cuyo sentido de la prudencia y de la discresión sobrepasa los límites infinitos de la diplomacia y cuya habilidad para las relaciones humanas podría ser utilizada para acabar las guerras en el mundo por siempre jamás.


Quiero hincarme en humildad y manifestar mi más profunda envidia por la calidad de corazón y espíritu humano que tienen todos aquellos que jamás en su vida han probado una gota de alcohol, y que no tienen absolutamente ninguna adicción más allá de amar al prójimo compulsivamente. Hombres y mujeres cuyo hígado es tan perfecto que si lo lanzáramos hacia arriba, se convertiría en rayos de sol. Personas cuya voluntad y capacidad de resistir tentaciones y provocaciones les da todo el derecho y la autoridad para criticar, descalificar y fiscalizar un comportamiento tan extremo, absurdo, inhumano y deplorable como lo fue el de esta persona y que jamás se nos ocurriría emular.


Quiero de forma muy especial autoflagelarme y darme latigazos en la espalda en señal de penitencia por no ser digno de respirar el mismo aire que aquellos que nos informan a todos de hechos tan graves e importantes como este y que sin ninguna mala intención, sin ningún interés de aprovecharse y con toda inocencia, se acercan a la noticia, insisten en la noticia y si no la encuentran, pues provocan la noticia. Como un sacrificio por el buen periodismo para que ustedes vivan en un mundo donde sus familias puedan ver diariamente aquello que no quieren ser y que jamás podrían ser. Porque ustedes son incapaces de serlo.

Hoy me siento feliz. Hoy brindo por ustedes, oh moneditas de oro!



Salud!

jueves, 9 de marzo de 2017

¿Cómo prevenir los accidentes desde el colegio?



No se necesita ninguna ciencia para saberlo. Una de las mejores formas de prevenir accidentes de tránsito a largo plazo (y muchos otros problemas) es enseñándole a nuestros hijos a respetar la fila en el colegio.

¿Por qué?

Hablemos primero de uno de los mayores problemas que hay en nuestras calles: Se están congestionando cada vez más. Obvio, cada vez hay más vehículos en circulación. El tiempo que tardabas hace 5 años en ir de tu casa al trabajo, ha aumentado considerablemente. Por mucho que el cambio haya sido gradual, uno no termina de adaptarse. Y por eso uno va todo el tiempo apurado. Porque salís creyendo que tardarás lo mismo que antes. Eso ya no es así.

La frustración de los embotellamientos, avanzar a paso muy lento o ver que otras personas se están adelantando, es una de las cosas que MÁS contribuye a que uno también intente adelantar de forma inapropiada. No solamente de forma descortés, sino a veces de forma ilegal, haciendo maniobras indebidas o metiéndonos en carriles prohibidos. Es el típico comportamiento de: “Otros lo están haciendo y se salen con la suya, así que lo haré yo también. No quedaré como baboso. Además no me va a pasar nada.”

El lugar donde esto comienza es justo en el colegio. Y por eso las filas son sumamente importantes. Porque ponen al niño por primera vez en situaciones similares que luego enfrentará durante toda la vida, no solamente en las calles.


Obligar a un niño a hacer fila puede ser fácil y funcionará en el momento. Pero enseñarle a respetar el orden de la fila es lo complicado y es lo que más trabajo necesita. Ahí debemos enfocar nuestro esfuerzo.

Cuando los niños hacen y respetan las filas aprenden que hay un orden necesario para hacer las cosas, que todos debemos de respetar el lugar de quienes van adelante nuestro. Aprenden a valorar su tiempo y el de todos los demás y que mientras más se respete el orden, menor será el tiempo de todos (no solamente el individual). Aprenden a controlar su frustración e impaciencia, manejar la tolerancia al tener que esperar que el de adelante se tarde mucho. Y también uno aprende a negociar con el que se quiere meter en la fila o con quien tiene más urgencia que yo y pide que lo adelanten.

Hacer fila para esperar nuestro turno de atención en un banco, en una entidad pública o en la caja de un supermercado, son actividades cotidianas que haremos siempre. Y así como se espera una atención rápida, la clave para que el sistema funcione es que las personas respetemos la fila. Lo mismo sucede con el tráfico. El niño al aprender a hacer fila, crecerá como un adulto capaz de respetar el carril de circulación manteniéndose en fila a medida que avanza. Evitando maniobras inspiradas por la frustración, el apuro y el sofoque y más bien comportándose con autocontrol, civismo y solidaridad.


Estas enseñanzas son puntos de disciplina que marcan el comportamiento humano y se aplican en el día a día. Aprender a tener esa disciplina y respeto al tiempo de los demás, lleva también al respeto personal y con los semejantes. Aquí nos encontraremos dimensionando el potencial humano.

Claro, hay muchas cosas más que un niño debe aprender para ser un mejor ciudadano, también hay muchos otros factores que influyen en el comportamiento temerario en las calles (el sentido de impunidad que hace que algunos se sientan protegidos o indestructibles, para dar un ejemplo), pero aquí hay un punto clave en su desempeño a la hora de compartir tiempo y turno con los demás.

Los niños necesitan aprender a hacer fila y necesitan que se les enseñe porqué es importante hacer fila. Si hacemos eso y sumamos la enseñanza de educación vial, nuestros hijos no serán testigos de las tragedias que estamos viendo en nuestras carreteras todos los días.

@Zambranitis