miércoles, 25 de enero de 2017

Si la violencia no es la respuesta, el acoso no debería de ser la pregunta.


¿Ustedes saben lo que es un capacho o chorejazo? Es un fuerte golpe detrás de la oreja que se hace soltando rápidamente el dedo central. Se experimenta con frecuencia en el colegio. ¿Alguna vez les hicieron uno? Justo antes del golpe, se sentía un ligero cosquilleo en el lóbulo de la oreja. Para los que recibimos muchos capachos, ese cosquilleo era nuestra alarma antisísmica que nos prevenía una milésima de segundo antes de recibirlo para poder capearnos.


Justo en ese momento, podías ver pasar toda tu vida frente a tus ojos.

Tengo un amigo, Paco, que junto a sus compañeros de 3er grado, recibía todos los días una incontable cantidad de capachos por los alumnos de 5to grado. Una vez, Paco sintió cuando un bravucón en el bus se estaba preparando para soltarle un capacho y justo antes, Paco se volteó y lo golpeó en la cara. Una profesora que estaba unos asientos adelante vio lo que pasó e inmediatamente culpó a Paco.

Fue llevado adonde la coordinadora de primaria y ella lo expulsó unos días por conducta violenta. Habiendo recibido tantos capachos y sabiendo que el bravucón no fue castigado, podríamos pensar que es un resultado injusto. Pero también podemos analizar el caso de Paco de dos maneras:

  • Paco nunca debió reaccionar con violencia. Fue algo indebido y se le debe castigar por eso.
  • Paco desarrolló su alarma anti-capachos, aprendió a detectar amenazas y se armó de valor para defenderse de un bravucón que había acumulado muchísima más violencia que Paco y que nunca pagó por lo que hizo. O sea, Paco se empoderó.

De ninguna manera la violencia será justificada, pero hay una gran diferencia cuando la violencia se genera por defenderse de violencia o para prevenir violencia, que cuando se genera por deseo de joder a alguien.

Hoy salió una noticia sobre una mujer que agredió a un hombre por estarla "piropeando". Tomando en cuenta que el acoso sexual no es piropo y que la forma de abordar la noticia fue terriblemente incorrecta, hay muchos comentarios que surgieron sobre si ella tenía la culpa por agredirlo físicamente o si él inició todo por agredirla a ella verbalmente.


Lo primero que hay que hacer es recordar a Paco. Después de haber recibido tantas agresiones, su reacción dejó de ser la evasión y respondió con otra agresión. Aquí hay una mujer que muy probablemente vio una alerta de agresión física y respondió igual. 

Repito: De ninguna manera la violencia será justificada, pero que venga alguien aquí a decirme que no la usaría ante un posible asesino o ante un posible violador. Y creo que la ley debería de determinar de forma justa si estaba o no actuando en defensa propia. Pues también fue autora de una agresión fuerte y debe enfrentar dichas consecuencias.

El problema está en que se está culpando a una mujer por utilizar uno de los pocos recursos que tienen hoy en día las mujeres para defenderse de los agresores, acosadores y potenciales violadores o asesinos… No será nunca justificable, pero cuando conocemos el peligroso mundo en el que viven muchas mujeres, es entendible. Pueden estar deacuerdo o no con eso, pero creo que nadie de los que está leyendo aquí, teniendo la posibilidad de defenderse, se quedaría de brazos cruzados mientras observa una amenaza hacia su integridad o la de algún ser querido.

Que si el señor estaba o no haciéndole daño, pues hay que recordar que la violencia hacia la mujer no comienza con cuchillos y machetes, comienza con agresiones verbales e insinuaciones vulgares.

Dejemos de creer que para que exista violencia debe de haber contacto físico. Nuestra sociedad está contaminada de machismo y se comporta como un cáncer que destruye indiscriminadamente y que influye en todo.

¿Saben lo que es el cáncer? Es pura maldad. Es una anomalía desagradable y molesta que está bien incrustada en el sistema y que debe ser destruida. No podés razonar con el cáncer, no podés simplemente desear que se vaya. Por lo pronto, no tiene cura, así que tenés que pelear contra él apenas lo identifiqués y debés detenerlo antes de que crezca, porque podría llegar a ser muy tarde para pelear. El cáncer no jugará según las reglas, así que vos tampoco debés de hacerlo. Tenés que estar dispuesto a arriesgarlo todo porque el cáncer te va a quitar todo.

Así que cuando te encontrás con el cáncer frente a frente, tenés que defenderte con todo. No importa si le ganás o no, no vas a dejar que su agresividad y podredumbre te haga sentir impotente.

-@Zambranitis