La terrorífica página en blanco!
Hace miles de millones de años, cuando en el mundo apenas existían organismos unicelulares, las películas eran escritas con máquina de escribir. Y no me refiero a esa máquina prehistórica con punta de grafito, me refiero a este instrumento prehistórico encontrado por los arqueólogos:
![]() |
Es como un tablet que te saca cayos en los dedos. |
- La inspiración te llega de forma inesperada, fuiste corriendo a escribir y tres párrafos después, te das cuenta que la "buena idea" que tuviste no tiene raíz ni tronco. Fue como decir: "Haré una película sobre Rubén Darío. Que buena idea!" Ajá, dale, ahora tratá de resumir la vida del poeta en 90 páginas de forma coherente, cinematográfica y narrativamente entretenida. Así que lo lamento, una buena idea NO es suficiente.
- Vos mismo te obligaste a sentarte y escribir algo. Y de cada 10 ideas que se te vienen a la cabeza, 4 no sirven, 3 son una basura, 2 son vergonzosamente ridículas y 1 involucra hacerte daño físico. O sea, estás bloqueado! Y para un escritor, estar creativamente bloqueado te hace sentir como Keylor Navas frente al Barcelona. No quiero hablar más del tema.
- Te dignás a escribir algo, un segundo después tu mente se pone a pensar en que tenés hambre, que tenés sed. No sabés si comer algo primero y después escribir, o si escribís algo y te premiás a vos mismo comiendo. O querés salir un rato a respirar algo, o revisar tu correo, tu facebook, tu carpeta de películas, escuchás música, te da sueño, te dormís un rato. Pensás en tu novia, la llamás, pelean, y ya ni me acuerdo qué era lo que tenía que hacer.
- Te contrataron para escribir algo y en tu mente lo único que podés escuchar son las voces de tus jefes o del cliente criticando violentamente tu trabajo. O peor aún, te los imaginás leyendo lo que escribiste, sin ninguna reacción en su rostro, incapaces de decirte de forma educada el asco que les provocan tus palabras y el deseo que tienen de que dejés de existir.
- Lográs escribir la primera versión de una historia o guión completo y te das cuenta que la primera versión de todo en esta vida, no sirve para más que para cuando no hay papel higiénico en el baño. Toca hacerle muchas revisiones y mejorar ese trabajo. Y entendés que ese difícil trabajo lo tendrás que repetir. Y pensás en tu mamá. Y llorás.
Es normal en todo artista, tener uno o varios tipos de tormento, que solo a través del arte pueden expulsarse. Para el escritor, el peor de todos es esa bendita página en blanco. Creada en las calderas más profundas del infierno y diseñada para desmoralizar a todo aquél que se enfrente a ella. Es la maldad pura.
Pero ahí está lo bonito. Esa misma frustración ha llevado a muchos escritores a conocer mejor sus limitantes, sus inseguridades. Varios de ellos, como el caso de Charlie Kauffman, han usado esa misma angustia y ansiedad dentro de sus historias. Y por eso Nicolas Cage hizo el papel de Charlie en una de las películas más inteligentes de la década pasada, Adaptation.
La página en blanco, o el lienzo en blanco para el pintor, el pentagrama para un músico, el archivo de Sketch-Up para el arquitecto, lo que sea, todo proceso creativo tiene un inicio intimidante y cruel.
![]() |
El autor de este blog tuvo que pasar por varias páginas en blanco hasta llegar a este artículo. Pueden darle cariño en Twitter como: @Zambranitis y en Facebook también.